CAMBIO CLIMÁTICO

6 - diciembre - 2011

Recientemente el Secretario de Ecología y Medio Ambiente de la Municipalidad de Puerto Madryn, Raúl Arranz se reunió con el Dr. Osvaldo Canziani, Copresidente del Grupo II del Panel Intergubernamental que ganó el Premio Nobel de la Paz 2007, quien le manifestó que a partir de la experiencia desarrollada en la ciudad, ya están dadas las condiciones para iniciar los protocolos internacionales como un servicio ambiental al cambio climático a través del denominado ciclo hidrológico nulo. Se trata de una acción concreta ya que existen más de 220.000 árboles que han sido plantados; se lleva a cabo el reuso del 100% de los efluentes cloacales urbanos y experiencias pilotos de producción de proteínas forrajeras y cárnicas y existen proyectos de investigación de potabilización de agua de reuso con energías alternativas. En este último caso se han diseñado sistemas especiales de impulsión mediante el uso de molinos eólicos y la utilización de micro turbinas para generar energía eléctrica en emprendimientos.
Preciso es recordar que se ha avanzado sobre lo que hoy se denomina ciclo hidrológico nulo y que fue incluso elogiado por el Dr. Osvaldo Canziani, premio Nobel de la Paz. Porque al tener una mayor provisión de agua; al haber realizado obras de gran envergadura para el acceso a la red central de cloacas a casi toda la ciudad; era necesario atacar el problema de los efluentes finales. A partir de contar con el respaldo del Enhosa, que por primera vez en su historia ha financiado emprendimientos vinculados al agua de reuso, se puso en marcha un sistema integral que permite no arrojar más líquidos cloacales al Golfo Nuevo, desarrollar un programa de lucha contra incendios de campo en Península Valdés, Patrimonio de la Humanidad y contar con un elemento apropiado para el desarrollo agropecuario y forestal llegando con su transporte casi hasta Puerto Lobos. A esto se debe añadir que ya está en proceso de ejecución la ampliación de la planta de tratamiento norte, con lo cual la ciudad hoy tiene un pilar para el desarrollo altamente sustentable y con un fuerte valor agregado.

LA EXPERIENCIA LOCAL
El caso de Puerto Madryn ha sido tomado como paradigmático ya que se plantea un nuevo ciclo para el agua que incorpora desde la captación; potabilización, transporte; utilización, tratamiento de los efluentes líquidos cloacales; plena utilización del agua de reuso generada con el vertido cero de efluentes al Golfo Nuevo.
Este modelo plantea que dado que las reservas mundiales de agua dulce son finitas y están amenazadas por diversas fuentes de contaminación (Anderson, 2003), la provisión de agua dulce se ha vuelto un grave problema en muchas regiones del mundo, haciendo inevitable la búsqueda de fuentes no convencionales para reducir la brecha entre la provisión de agua y su consumo.
Una de las alternativas es el tratamiento del agua de desecho y su posterior reutilización en diversos propósitos, con grandes beneficios económicos y ambientales, evitando por ejemplo, su vertido y preservando de ésta manera la calidad de las aguas receptoras. Cuando se obtienen buenos estándares de calidad, las aguas tratadas pueden ser utilizadas para diversos fines, como ser, riego, refrigeración industrial, acuicultura, recarga de acuíferos y hasta puede ser consumida por el hombre, si se completa el proceso de potabilización.
La ciudad de Puerto Madryn, sufre un déficit de agua importante, teniendo precipitaciones anuales del orden de los 200 mm/año y una evaporación estimada de 2000 mm/año. A su vez cuenta con una única fuente de provisión de agua dulce: el río Chubut (ubicado a 65 km de la ciudad) desde el cual se bombea para potabilizarla y luego impulsarla a lo largo de acueductos, almacenarla y distribuirla a los usuarios. A partir de allí se generan las aguas “negras”, que deben ser recolectadas, impulsadas y tratadas. Casi la mitad del agua potable consumida por habitante en nuestra ciudad, se destina a riego de espacios verdes y al uso industrial, con picos durante la estación estival. Los altos costos de potabilización, bombeo, mantenimiento de acueductos, almacenamiento, recolección de aguas residuales y su posterior volcamiento al golfo, han determinado el interés municipal por incorporar las “aguas regeneradas” a la planificación y ordenamiento de la ciudad, asumiendo que el agua es un recurso escaso en la región y que su eficaz empleo puede redundar en el bienestar y la mayor calidad de vida de los habitantes.
El tratamiento de líquidos cloacales de nuestra ciudad fue establecido en el año 1998 a través del proyecto original de la Planta de Tratamiento Norte (PTN) y el Estudio de Impacto Ambiental de la misma, aprobado por la Dirección de Protección Ambiental (actualmente, Ministerio de Ambiente y Control del Desarrollo Sustentable de la Provincia del Chubut).
En esa oportunidad, una Comisión Multisectorial, logró un acuerdo comunitario que tuvo como objetivos principales: Tratamiento de la totalidad de los efluentes cloacales generados en la ciudad; Cero volcado de efluentes al Golfo Nuevo y Reuso del agua tratada en riego de forestaciones. Desde el año 2000, las aguas negras y grises de Puerto Madryn son recolectadas por la red cloacal, pre-tratadas y bombeadas a una laguna facultativa y fotosintética en la que los líquidos crudos reciben un tratamiento biológico por retención y circulación.
A partir del interés del Ejecutivo Municipal en incentivar los nuevos emprendimientos privados y públicos que consideraran el uso del agua tratada, en noviembre de 2006, el Consejo Deliberante de la Ciudad sancionó la Ordenanza Nº 6301, aprobando el “Reglamento del Reuso de los Efluentes Cloacales Tratados para Riego Forestal”.
De esta manera nuestra ciudad se transformó en una de las pocas ciudades en el mundo en incorporar el tratamiento de efluentes para el riego de áreas forestales dentro del ejido urbano, ratificando los acuerdos alcanzados por la Comisión Multisectorial en 1998.
Por otro lado, Puerto Madryn presenta una característica particular en cuanto a su entorno natural. La ciudad se ubica aledaña a la Península Valdés, la gran reserva faunística de la provincia, reconocida como Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO. La Península Valdés sustenta una de las actividades comerciales más importantes para la región: el turismo de naturaleza. Sin embargo, este ambiente único presenta una amenaza importante debido principalmente a su característica de ambiente semidesértico; los incendios de campo. Los fuegos que se desatan principalmente durante la temporada estival ponen en peligro bienes, ganado y la fauna silvestre. Por este motivo, el Municipio de Puerto Madryn diseñó y puso en marcha junto con la Secretaría de Turismo de la Provincia, y la Administración del Área Natural Protegida Península Valdés un sistema para la lucha contra incendios para la zona, con agua de reuso. El objetivo es el de contar con reservorios de agua para ser utilizados en caso de incendios forestales, en las inmediaciones del Patrimonio de la Humanidad – Península Valdés, aprovechando el agua de reuso producida por la Planta de Tratamiento Norte de la ciudad de Puerto Madryn.
El volumen promedio de líquidos cloacales que ingresan para su tratamiento a la laguna es 12.953,3 m3/día. Este valor corresponde al período 2004-2008, momento en que el volumen bombeado a la PTN se incrementó en un 23 %. Teniendo en cuenta que diariamente, la planta dispone para su utilización un volumen promedio de 8.160 m3/día, durante los meses de bajas temperaturas y evaporación mínima (mayo – agosto) hay un excedente del orden de 5.000 m3/día.
Con la actual capacidad de tratamiento instalada en la PTN, se hace necesario erogar diariamente el equivalente a casi un cuarto del volumen de agua recibido mediante el acueducto. El problema técnico para realizar la canalización del agua se encuentra actualmente resuelto de manera parcial. Existen una serie de cañerías y canales que conducen parte del agua hacia las zonas de riego forestal. Por medio de una estación de bombeo, se eleva el agua proveniente de la PTN hasta la cota 130, y desde allí, se hace llegar por gravedad a las diferentes áreas forestales estipuladas por ordenanzas. Asimismo, para la puesta en marcha del sistema contra incendios se aprovechó una cañería existente ya instalada y desafectada de su uso original. Esta formaba parte del Gasoducto General San Martín que fue inaugurado en la década del ´50 y dado de baja actualmente. Esta cañería tiene una extensión aproximada de 70 km, y a lo largo de su recorrido se construyeron diversos reservorios de agua (tanques australianos, cuencos y lagunas) que se utilizan para realizar una carga rápida de las autobombas en caso de incendio.
En este panorama general, el agua tratada de los efluentes cloacales de la ciudad presenta dos usos que son sumamente importantes para la región: el reuso del agua en riegos forestales con la consecuente generación de emprendimientos productivos y un sistema de protección contra incendios de campo en la zona de Península Valdés, dando lugar al cumplimiento de los objetivos previamente pactados: minimización del consumo de agua potable y reutilización del 100 % de los efluentes cloacales urbanos tratados.

CAMBIO CLIMÁTICO

3 - julio - 2009

Se reunió ayer en nuestra ciudad el equipo que conforma la Unidad Provincial de Gestión por el Cambio Climático, presidida por el Subsecretario de Regulación y Control Ambiental del Ministerio de Ambiente y Control del Desarrollo Sustentable de la Provincia, Arq. Rubén Reyes, y de la que participó el Dr. Mariano Coscarella de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente de la Municipalidad local– el que desde hace tres meses evalúa los impactos de este cambio a nivel provincial, y trabaja en la adaptación y/o mitigación a este fenómeno.
Estas reuniones se realizan con diferentes sectores de investigación y organismos relacionados con el Medio Ambiente, a través de Ambiente de la Provincia; y apunta a confeccionar una agenda con análisis de temas prioritarios; y a partir de ésta abordarlos y establecer acciones para enfrentar y reducir el impacto del cambio climático.
Durante la reunión se presentaron algunos trabajos de investigación elaborados por el Cenpat, el Instituto de Fotobiología de Playa Unión y la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, entre otros; donde se establecen diferentes parámetros a utilizar para la detección temprana del cambio climático. De este modo se establecen prioridades de investigación y monitoreo respecto de la influencia en la Provincia.