Poco después del mediodía arribó a nuestra ciudad Oscar Palavecino, El Chaqueño, para presentarse esta noche en el escenario mayor montado en Boulevard Brown y Lugones e inmediatamente brindó en instalaciones del hoyel donde se alojará una conferencia de prensa acompañado por el Subsecretario de Cultura de la comuna, Diego Lacunza.
En diálogo con la prensa se mostró distendido; estimó que su show durará no menos de una hora y media mostrándose esperanzado en que el tiempo acompañe su presentación recordando que alguna vez actuó en Comodoro Rivadavia y debió allí soportar las inclemencias del viento. Se mostró asimismo agradecido del acompañamiento permanente de la gente, algo que “a un artista lo reconforta”. Tuvo un párrafo para su reciente malestar en el escenario de Cosquín donde, afirmó, se sintió “menoscabado; subestimado. Sentí que no se nos tuvo consideración porque yo defiendo a mi público y creo que esta vez los organizadores se han equivocado” pero consideró que su malestar no es con el festival en sí al que consideró como sumamente positivo porque muchos artistas tienen allí la posibilidad de mostrarse ante la gente, sino con los organizadores acotando que bajo otras condiciones no tendría inconveniente en volver a estar en este encuentro del que toma parte desde hace ya doce años.
Oscar “Chaqueño” Palavecino nació el 18 de Diciembre de 1959 en Rancho el Ñato, un lugar donde tres naciones limitan: Argentina, Paraguay y Bolivia. Allí habitan comunidades Tobas, Wichi, Chulupies y Chorotes. Pilcomayo Tres, fue el nombre de su primer grupo, cuando solo tenía 25 años. Lo formaban en el violín el Negro Gómez, Elvio Condorí en segunda guitarra y Oscar tocando el bombo. Con el grupo recorrió el norte y Bolivia, donde era muy bien recibido por el país vecino. En ese entonces, ya se presentaban en actuaciones pequeñas, hasta que un día se alejó el violín. Para Oscar la presencia de este instrumento era importantísima, porque era lo que lo diferenciaba de los demás, por eso ya el grupo no tenía el mismo sonido, así fue como se disolvió Pilcomayo Tres. Proyectando armar su propio grupo, convocó a Oscar Bazán en la primer guitarra, a Don Lucas Cabral en el bandoneón, Elías Balderrama en la segunda guitarra (lugar que había sido ocupado antes por Cabeza) y en la percusión a Pascual Toledo (sucedido por Dante Catán y Dante Delgadillo, que fueron percusionistas por poco tiempo).
El primer trabajo se grabó con la participación Fernando Matos, en el violín, un gran músico porteño en 1987 y se llamó «Pa’ mis abuelos esta zamba» y logró su mejor momento en Bolivia. Comenzó a recorrer los escenarios de folklore con su conjunto hasta regresar al escenario que lo vio nacer en la Peña de los Gauchos de Güemes donde el éxito lo llevo a grabar su segundo trabajo «Pal Tío Pala» (1989).Este trabajo tuvo mayor éxito que el anterior. Su participación en la Pre Serenata de 1992 lo llevó a la Serenata Mayor, allí El Chaqueño se presentó con Lucas Cabral en el bandoneón, Pascual Toledo en el bombo, el Mulato y Oscar Bazán. Ya en Cosquín y formando parte de la delegación de Salta en la región del Chaco-salteño, su presencia fue impecable, y fue el único que obtuvo el premio notable de la delegación que fue compartido con Viviana Vigil y Silvia Barrios. En 1993 con la idea de dejar Tartagal, toma la decisión de abandonar la empresa donde trabajo durante 11 años – Atahualpa. Ya radicado en Salta comenzó a trabajar en La Veloz del norte. En Salta por los años 1994-1995 se esfuerza por mantener su trabajo y su canto y comenzó a grabar «El Alma de Felipito». En esa grabación participó Hiber Ruiz un bandoneonista de Santiago del Estero y a partir de allí fue creciendo cada vez más su figura, transformándose en uno de los grandes iconos del folclore argentino, convocando a miles de personas en cada recital que brinda a lo largo y ancho del país y como se presume ocurrirá este viernes, en la continuidad de los recitales en la zona costera de la ciudad.