MAREA ROJA

17 - marzo - 2009

La Secretaría de Gobierno y Trabajo de la Municipalidad de Puerto Madryn a través de la Dirección de Control Alimentario alerta a la comunidad respecto de la compra de mariscos -principalmente moluscos como el mejillón (Mytilus galliprovincialis o Mytilus edulis), la almeja (Venerupis sp.), la ostra (Ostrea gigans) o la vieira (Pecten máximus)- que no cuenten con el debido control sanitario, dado que aún no ha sido levantada la veda por la denominada “marea roja”.
Vale destacar que si bien, se realizan los controles necesarios para garantizar la salud de la población, se advirtieron casos de venta furtiva y clandestina, poniendo en riesgo la salud de los consumidores de este tipo de mariscos. En los casos de detectarse productos sin los controles requeridos, son decomisados por Dirección de Bromatología de la Municipalidad, sin embargo, en muchos casos, la compra de mariscos no se realiza en comercios autorizados –los que a su vez se proveen de pescadores clandestinos–, arriesgándose así a ingerir moluscos que se han alimentado con plancton marino productor de veneno paralizante (no se trata de ningún virus, bacteria u hongo, no es una infección).
La única forma de prevención es evitar ingerir moluscos bivalvos en presencia de marea roja. Ante cualquier duda, prefiera adquirirlos en un comercio habilitado o en un restaurante, porque esa mercadería ha sido previamente controlada en laboratorios oficiales.

CARACTERÍSTICAS DE LA ENFERMEDAD
La Marea Roja, la transmiten los llamados moluscos bivalvos, como los mejillones, las almejas, los berberechos, las ostras, las vieyras y las cholgas. También los caracoles de mar. Los otros moluscos, como los pulpos y los calamares, y otros productos del mar como langostas, langostinos, camarones cangrejos, peces, etc., no presentan riesgo de transmitir esta enfermedad.
Existen determinadas épocas del año en las que aumenta bruscamente la cantidad de plancton con toxina paralizante. Estas épocas van variando por lo que es necesario informarse en cada caso acerca de la presencia o no de marea roja en una determinada zona. Vale destacar que no hay alguna señal externa en el mar o en los moluscos. El nombre de «marea roja» no tiene nada que ver con el color del mar o con la presencia de manchas de ese color en el agua. El mar o ciertas partes de la costa pueden verse rojizas sin que exista «marea roja» y, a la inversa, puede haber «marea roja» sin alteración del color del agua. En cuanto a los moluscos, éstos no se alteran en su color, sabor, olor, o aspecto, no se enferman ni mueren, y no existe señal visible que permita identificar cuáles están infectados y cuáles no. Sólo un análisis específico puede detectar la presencia de la toxina.
Al cocinar estos moluscos no se elimina la toxina. El calor no elimina la toxina, como tampoco el agregado de limón, vinagre o alcohol. Estas últimas sustancias, por el contrario, favorecen la absorción de la toxina. Es importante tener en cuenta que la intoxicación sólo se produce al ingerir los moluscos y no por tocarlos o efectuar cualquier tipo de manipulación con ellos, aun cuando contengan un alto grado de toxina. Tampoco es peligroso beber accidentalmente agua de mar.
La intoxicación se manifiesta al comienzo por un hormigueo en los labios, lengua, boca y cara. Luego se extiende y se pierde la fuerza muscular. Pueden aparecer parálisis, dificultad respiratoria, náuseas, mareos y vómitos. Estos síntomas suelen aparecer dentro de los 30 a 60 minutos después de la ingesta. Si los moluscos concentran una elevada cantidad de toxina, la intoxicación puede ser mortal, y desarrollarse en muy poco tiempo.
No existe antídoto. Los enfermos tienen que ser asistidos lo más rápidamente posible en centros adecuados donde se pueda mantener la función respiratoria hasta que la toxina se metabolice por completo, lo que ocurre alrededor de las 12 horas después de la ingesta. Una vez pasado esto, la recuperación es espontánea. Por todo esto, es fundamental buscar un centro hospitalario apenas se sienten los primeros síntomas de hormigueo en boca, cara o dedos. En la medida de lo posible también es importante llevar restos de la comida ingerida para su análisis. (Fuente http://www.patagonia-argentina.com/e/content/marearoja.php)