ACTO DE LA FUERZA AÉREA

13 - agosto - 2008

El Intendente Municipal Carlos Eliceche participó en la mañana de hoy del acto con el que se celebró el Día de la Fuerza Aérea Argentina, en el Aeropuerto El Tehuelche de nuestra ciudad. El mismo fue presidido por el Vicecomodoro Jorge Raggio, titular de esa fuerza en nuestra ciudad, quien tuvo a su cargo la lectura del mensaje de Fuerza Aérea, Brigadier General Normando Costantino y junto a María Laura De La Colina (hija del fallecido de más alto rango de la fuerza durante el conflicto de Malvinas) le entregó al jefe comunal un cuadro con la imagen del avión que pilotaba en aquel momento el mencionado militar y de su tripulación.
Cabe recordar que la actividad aeronáutica registra en nuestro país una trayectoria que supera en mucho el siglo pasado. Ya en los años de nuestra independencia, más concretamente en el pronunciamiento de mayo, 1810, Miguel de Colombisse, relojero de origen holandés, se dirigió a la Junta Provisional Gubernativa, desde su residencia en Mendoza, solicitándole la suma de cuatro mil pesos para la construcción de un aeróstato, rígido, impulsado por remos y dirigido por un timón. La solicitud recibida por la Junta fue rechazada ya que en virtud de las urgencias militares del momento, no era posible acceder a ella.
Durante el pasado siglo los cielos de las ciudades del país se vieron reiteradas veces invadidos por arriesgados aeronautas a bordo de globos de aire caliente, tales como el francés Lartet o el norteamericano Wells y así lo registran cuadros y litografías de la época, como las de Enrique Pellegrini y otros.
Pero la Guerra de la Triple Alianza, inició entre nosotros la Aerostación Militar, así fue como en el año 1866, el 6 de julio, un aeróstato cautivo del Ejército Brasileño, se elevó sobre las líneas aliadas para observar las posiciones de la artillería paraguaya, llevando a bordo al Ingeniero polaco Roberto A. Chodasiewiecz (incorporado al Ejército argentino con el grado de Capitán) que se constituyó así en el primer militar argentino y latinoamericano en elevarse en globo.
A fines de 1907 regresó al país el joven diplomático y deportista Aarón de Anchorena, trae consigo un globo esférico de 1.200 metros cúbicos, adquirido en Francia y al que bautizó con el más criollo de nuestros vientos “Pampero”.
Una vez instalado y armado, invitó a su amigo el Ingeniero Jorge A. Newbery, joven deportista, ex alumno de Thomas Alva Edison, pionero en el terreno de la energía eléctrica y ganador de varios premios deportivos; a participar de la primera ascensión del esférico en la Navidad de ese año, es así como el 25 de diciembre de 1907, el Pampero salió desde la Sociedad Sportiva Argentina, hoy Campo de Polo y cruzó los cielos descendiendo en la vecina orilla del Río de la Plata, en Conchillas, República Oriental del Uruguay. El hecho produjo gran entusiasmo y el 13 de enero de 1908 se creaba el Aero Club Argentino, primera entidad aérea del país. La actividad aérea continuó febrilmente durante 1908, hasta que en la tarde del 17 de octubre se elevó el Pampero, llevando a bordo al Dr. Eduardo Newbery y al Sargento Eduardo Romero, el vuelo se inició normalmente pero en horas de la noche el viento lo arrastró probablemente hacia el Río, nunca más volvería el Pampero ni sus intrépidos tripulantes quienes se convertirían en los primeros mártires de la naciente aeronáutica.
Pese a la tragedia, la actividad no cejó. Pasado un tiempo el Aero Club retomó el camino iniciado y el 24 de enero de 1909 se elevó el globo de seda “Patriota” adquirido en Francia por el Ingeniero Horacio Anasagasti.
El 10 de agosto de 1912, el Presidente de la Nación Doctor Roque Saénz Peña firmó el decreto por el que se creaba la Escuela de Aviación Militar, gracias al extraordinario aporte del Aero Club Argentino que brindaba gratuitamente su parque aerostático, asesoramiento y profesores. El lugar donde habría de instalarse el nuevo instituto era un terreno que había pertenecido al Segundo Grupo de Artillería a Caballo y que el Aero Club Argentino cedió a la Escuela de Aviación Militar con sus instalaciones y que llevaba el nombre de El Palomar.