LOS CHICOS DE MADRYN RECIBEN A LAS BALLENAS 2016

2 - mayo - 2016

La Secretaría de Turismo y Deporte de la Municipalidad de Puerto Madryn, a través de la Dirección de Conservación, dio inicio hoy a la 13ª edición del programa “Los chicos de Madryn reciben a las ballenas”, que cada año trabaja directamente con más de dos mil alumnos de todos los cuartos grados de las escuelas municipales, provinciales, privadas, de educación especial y de adultos de Puerto Madryn.

Este programa, de dos meses de duración, tiene como objetivo primordial sensibilizar a los niños del nivel primario de las instituciones a través de charlas en temas estrictamente relacionados con la conservación del ambiente y al uso responsable de las áreas naturales protegidas, articulando con las asignaturas pertinentes de la currícula escolar.
De esta manera, otro año más, el Municipio de Puerto Madryn pone en marcha un programa dedicado exclusivamente a la comunidad local contribuyendo a la conciencia ambiental y turística de sus ciudadanos en un escenario propio y tan querido por todos los madrynenses como es El Doradillo.
Con este programa colaboran Aluar y voluntariamente los alumnos del Colegio N° 728, que contribuyen en la recreación de los niños en la playa mediante juegos, que trabajan previamente con sus docentes en un marco educativo.

 

 

UN PROGRAMA CON SENSACIONES SORPRENDENTES

 

 

 

“Los chicos de Madryn reciben a las ballenas” se desarrolla en dos etapas. En una primera, que tiene una duración de tres semanas, los guardaparques municipales van a las escuelas y brindan charlas en las cuales se abordan temas tales como recursos y usos del área, conservación y rol del guardaparque y turismo responsable. Por medio de estas tareas de sensibilización, se busca generar aptitudes y actitudes en los niños en beneficio de las áreas naturales protegidas, los recursos naturales y el ambiente.
En la segunda parte, se realizan visitas al Área Natural Protegida El Doradillo, donde los niños disfrutan del avistaje costero de la Ballena Franca Austral y otras experiencias de interpretación ambiental. Los niños de esta manera reciben simbólicamente a las ballenas que cada año nos visitan en su ciclo migratorio.
Los viajes a El Doradillo se realizan a través de una agencia de viajes y turismo local habilitada por el Ministerio de Turismo de la Nación para trabajar con turismo estudiantil. Los niños son acompañados durante toda la actividad, en esta segunda etapa, por un Guía Provincial de Turismo. De esta manera, también experimentan una excursión turística y reciben información actualizada sobre la biología y el comportamiento de las ballenas principalmente. Durante la visita a El Doradillo, los niños disfrutan de chocolate caliente y bizcochuelo que ya son un clásico del programa e ideales para compartir con todos los integrantes del programa en un escenario único.
Asimismo, se refuerza todo lo aprendido con la entrega de material didáctico y educativo sobre las temáticas tratadas: folletos, libros del área protegida y actividades áulicas.
Con estas últimas se cierra el programa y hacen que los niños vuelvan sobre conceptos ya vertidos y los refuercen en su aprendizaje: sopas de letras, crucigramas, unir con flechas, completar la frase, son actividades que suman a todo este proceso que pretende aportar conocimiento para generar una mayor responsabilidad en el uso de los ambientes naturales por parte de la comunidad local.
También las escuelas y sus docentes agregan valor a través de elaboraciones propias que, a modo de cierre, aportan al programa y logran un mayor involucramiento de los alumnos en estas temáticas. Como resultado se elaboran maquetas, dibujos, poesías donde, en general, la protagonista principal es la ballena franca austral.
Cada momento de esta experiencia a lo largo de 2 meses queda registrada en un video que luego es entregado a cada escuela.
Vale recordar que el video de 2014 alcanzó una importante distinción a través de la participación en un concurso latinoamericano (historias inspiradoras de áreas protegidas, de UICN) y obtuvo el tercer premio destacado por tratarse de un buen modelo de una actividad de educación ambiental que involucra directamente a la comunidad local con el área natural protegida de su ciudad con objetivos de conservación del ambiente.