Los tradicionales festejos en honor a San Francisco de Paola, protector de los hombres de mar, se llevarán a cabo el 1 y 2 de febrero en la ciudad de Puerto Madryn con variadas propuestas musicales, sorteos y actos religiosos. Como cada año, cientos de personas se congregarán a partir de las 18 horas en las inmediaciones del Monumento al Indio.
La Municipalidad de Puerto Madryn invita a la celebración en honor al santo protector de los hombres de mar, que se desarrollará el sábado 1 y el domingo 2 de febrero con los habituales espectáculos musicales en vivo, sorteos, actos religiosos y homenajes. Las actividades son organizadas por la Asociación de Devotos de San Francisco Paola con la colaboración de la Subsecretaría de Gestión Cultural de la Comuna y distintas instituciones locales.
Cabe recordar que la entronización del monumento al santo data de 1996, oportunidad en la que visitaron nuestra ciudad representantes del convento de los Mínimos en Paola y autoridades de la provincia de Calabria en Italia. Asimismo, es producto del Hermanamiento que se rubricara en 1994 por parte de las comunas de Paola y Puerto Madryn. Desde ese momento, cada año se congregan actividades deportivas, religiosas, culturales y recreativas alrededor del santo protector de los hombres de mar con una importante delegación de devotos que al Golfo Nuevo.

Sobre la historia del Santo

Nació en un pueblo llamado Paula, en Italia, en 1416. Cuando tenía unos pocos años, se enfermó gravemente de los ojos, se encomendó junto con sus padres a San Francisco. En acción de gracias, se fue a los 14 años en peregrinación a Asís y allí recibió la inspiración de convertirse en ermitaño, dedicado a rezar y a hacer penitencia.
Se retiró a la montaña y permaneció durante cinco años rezando, meditando y alimentándose solamente de agua y de yerbas silvestres. Pronto, varios hombres siguieron su ejemplo. Francisco tuvo que fundar varias casas para sus religiosos y en todos sus conventos puso una consigna o ley que había que cumplir siempre: «Cuaresma perpetua». Esto quiere decir que en la alimentación se debían hacer las mortificaciones que antiguamente se hacían en cuaresma con el fin de fortificar la voluntad.
Miles de hombres decidieron abandonar la vida pecaminosa del mundo e irse a la comunidad religiosa fundada por San Francisco de Paula. Así como San Francisco de Asís le había puesto a sus religiosos el nombre de «hermanos menores», San Francisco de Paula les puso a los que pertenecían a su comunidad «hermanos mínimos».
El Divino Espíritu le concedió a San Francisco de Paula el don de hacer milagros, de hacer curaciones y el don de profecía. Murió el 2 de abril de 1507. Inmediatamente, el pueblo empezó a proclamarlo como santo y los milagros empezaron a sucederse. Doce años después de su muerte, fue proclamado santo en 1519 por el Sumo Pontífice León X.