Emotiva ceremonia por las Bodas de Plata de la institución. El Intendente acompañó a la comunidad educativa de la escuela que alberga a 500 alumnos, 30 docentes y el plantel administrativo.

Hoy la Escuelita Verde del Barrio San Miguel cumplió sus bodas de plata y lo festejó con una ceremonia donde los protagonistas fueron los propios chicos, la comunidad educativa conformada por docentes, padres, directivos, ex directivos, funcionarios municipales y el propio Intendente Sastre que compartió con ellos y llevó el regalo.
La Escuela Municipal Número 3 “Celina Balán de Padilla” abrió sus puertas el 8 de junio de 1991 con la intención de dar respuesta a las numerosas familias que comenzaban a radicarse en el barrio Autódromo, tal como se conocía el actual barrio San Miguel.

También se la conoce como Escuelita Verde porque se hizo de la ecología y del cuidado del medio ambiente como principales pilares del proyecto institucional trabajando diariamente para fortalecerlos con actividades distintas y creativas, de las cuales participan la totalidad de los grados y miembros de la comunidad. Además de los 514 alumnos, el equipo de trabajo está integrado por 29 docentes, incluidos directivos y maestros especiales y 14 administrativos, bibliotecarios y personal operativo.

Hoy la escuelita verde celebra el éxito logrado, con cada propuesta llevada a cabo con dedicación, con el esfuerzo de cotidiano de todo el equipo de trabajo. “La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza sino de corazón a corazón”, reflexionó el Intendente citando a Howards Hendricks, haciendo hincapié en estos 30 años que cumplió durante el 2016 la educación pública municipal, con los 30 años de la Escuela Municipal Nº 1 el pasado 25 de mayo, los 25 años de la Escuela Municipal de Pesca “Juan Demonte” el pasado 27 de mayo y hoy el turno de la escuela municipal Nº 3, reivindicando no solo el trabajo pedagógico, sino el trabajo social, la calidez y la calidad humana de estas instituciones municipales.

CUENTA LA HISTORIA

La ciudad de Puerto Madryn crecía. Nuevos asentamientos de personas, que luego se transformaron en barrios, prosperaban… y uno de ellos es el hoy llamado Barrio Julio San Miguel, siendo más conocido – en ese momento como B° Autódromo por su cercanía con el circuito de automovilismo.

Dado el incremento de la población y la falta de medios de transporte y comunicación, surgió la necesidad de crear un establecimiento educativo que diera respuesta a la numerosa cantidad de niños en edad escolar del vecindario. El por entonces Intendente, Ingeniero Osvaldo Sala, decide la Creación de ésta como anexo de la Escuela Municipal N° 1 “Víctor Morón”.

Así nació la Escuela Municipal N° 3 “Celina Balán de Padilla” o “Escuelita Verde”, por la importancia que se le dio y da a todo lo relacionado con la ecología y cuidado del medio ambiente; siendo uno de los principales pilares del proyecto institucional.

Abrió sus puertas un 8 de Junio de 1991, contando solamente con dos aulas, un hall de entrada, una cocina (pequeña) y un complejo de baños para mujeres y otro para varones. No poseía gas natural (la calefacción era por tubos de gas, que alimentaban la cocina en que se hacía la leche. Para el resto de las instalaciones eran estufas eléctricas – traídas por los docentes y/o porteros u a Kerosén), ni agua corriente (dicho suministro provenía de un tanque – que estaba ubicado detrás del Edificio – y que era llenado con agua potable por los Bomberos).

La matrícula total era – en un principio de 42 alumnos – aumentando a 62 a partir del mes de Julio, en que se crea la Sala de Nivel Inicial. Pero la demanda fue grande, “la escuela se hacía chica” y la necesidad de ampliar se hizo evidente. Cinco etapas de construcción le dieron al establecimiento la fisonomía que tiene hoy.

Actualmente se cuenta con una matrícula que supera los 500 alumnos, repartidos en 18 secciones de grado de 1º a 6º grado. En el ámbito institucional, la escuela cuenta con un plantel estable, lo que ha llevado a la formación de un sólido (sin ser cerrado) grupo de trabajo, con metas y objetivos claros que son revisados y reformulados periódicamente con la participación de todos (personal docente, no docente, padres, alumnos y otras instituciones que colaboran con la escuela).

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