El intendente Ricardo Sastre, acompañado por miembros de su gabinete, visitó la Escuela Municipal Nº 1 “Víctor Morón”, oportunidad en la que dialogó con su directora, María del Carmen Cid, quien asumió recientemente en el cargo. Al respecto, el Jefe Comunal valoró la tarea que lleva adelante la institución, sus acciones vinculadas a la integración y articulación con distintos sectores de la ciudad así como su fuerte lazo con las familias de la comunidad. “Es un gran orgullo contar con una escuela municipal de estas características y con docentes comprometidos que apuestan día a día a la transformación social. Esta institución es, sin dudas, un claro ejemplo de inclusión que acompañaremos y fortaleceremos siempre”, afirmó Sastre.

María del Carmen Cid asumió recientemente como directora de la Escuela Municipal Nº 1, aunque conoce la historia de la institución desde sus inicios, allá por 1986, y seguramente, por eso habla con cariño, pasión y alegría. En 1990, ingresó como maestra de grado; entre 1992 y 1995, se desempeñó como directora. Luego, retornó en 2002 y permaneció hasta septiembre de 2004.

Varios años después, María del Carmen Cid transita nuevamente las aulas, los pasillos y los numerosos rincones del establecimiento. “A nuestra escuela la veo linda, más grande, cuidada, la veo con baños hechos a nuevo, una batería de baños que incluye uno para discapacitados, tenemos más aulas, una dirección amplia, donde trabajamos con comodidad y la biblioteca, que está dotada de mucho material”, comentó.

La institución educativa, a la que concurren 300 niños aproximadamente, cuenta con un equipo de trabajo formado por 20 docentes entre maestras de grado, maestros especiales, bibliotecarias, docentes de inglés y computación. Es reconocida por su perfil social, su propuesta pedagógica inclusiva y sus acciones vinculadas a la articulación e intercambio con distintos sectores de la ciudad.

Cid apuntó que son ejes de trabajo que estuvieron presentes desde la fundación de la “Víctor Morón”. Así, por ejemplo, “siempre tuvimos chicos con algún tipo de discapacidad, que necesitaban otro tipo de atención, más personalizada. Esto para tratar de acompañar ese proceso de apropiación de la lectoescritura y de las cuestiones básicas de matemática”, contó la maestra.

Actualmente, concurre al establecimiento un niño que es totalmente ciego. La docente relató que si bien asiste a un centro especial por la tarde, durante la mañana, es alumno de la Escuela Municipal Nº 1, donde trabaja la oralidad y socialización. Cid resaltó que está sumamente integrado al grupo y demuestra un excelente nivel de participación en las actividades áulicas. Asimismo, también asiste un niño con discapacidad motriz y otros estudiantes que tienen dificultades de tipo madurativo o cognitivo. En todos los casos, durante algunas horas a la semana, intervienen dos maestros del Centro de Integración local, quienes realizan tareas específicas con cada pequeño. En tal sentido, la docente maestra destacó la necesidad de acciones articuladas para llevar adelante la evaluación de la evolución de cada chico. “Hay que acompañarlos y apuntalarlos de todas las formas posibles”, recalcó.

Para María del Carmen, es importante tener en cuenta que lo curricular no es solamente el contenido, puesto que la escuela enseña muchas otras cosas; “además, es fundamental que los niños se socialicen, estén en contacto, se sientan queridos por su compañeros, por sus maestros”.

En esta línea, afirmó: “Uno tiene que entender que hay situaciones donde hay un techo en algún aspecto, pero que siempre podremos desarrollar otro. A veces, a los maestros nos cuesta desprendernos del ‘tengo que enseñar todos estos contenidos este año’. A veces, es más importante lograr otras cosas; si uno forma sujetos autónomos, esos sujetos podrán estudiar solos por su cuenta a medida que lo vayan necesitando. El tema es generarles hábitos, estrategias, ayudarlos a que generen hábitos y estrategias que les garanticen esa autonomía”.

Entonces, María del Carmen, que también es formadora de docentes, afirmó: “No hay recetas, hay que animarse, hacer la experiencia, aprender de lo que sirve y modificar lo que no ha dado resultados”.

Por su parte, el intendente Ricardo Sastre valoró la tarea que lleva adelante la institución municipal y destacó la perspectiva inclusiva e integradora desde la que se forma a los niños, puesto que es “una mirada esencial para generar cambios en los estereotipos, para transformar realidades y mostrar que otro mundo es posible”.

Un proyecto de avanzada

María del Carmen observó que la Escuela Municipal Nº 1 está caracterizada por una propuesta educativa diferente que se puso en práctica desde sus inicios en el ’86 y que siempre tuvo en cuenta aspectos como la inclusión y la integración. El plan de trabajo se desarrolló en base a intensas capacitaciones previas con distintos especialistas que, en muchos casos, llegaban desde Buenos Aires, con quienes se abordaron las teorías de Jean Piaget y los trabajos de Emilia Ferreiro sobre la apropiación del sistema de lectoescritura, un planteo distinto a los recursos didácticos usados tradicionalmente.

A raíz de eso, Cid recordó: “Fue muy difícil, fuimos muy criticadas porque nos veían como una escuela informal, donde ocurrían cosas que en otras escuelas no pasaban. En ese entonces, no se podía entender que un chico pasara de primero a segundo grado sin saber leer. Ahora está contemplado en la ley porque se sabe que hay chicos que necesitan más tiempo porque llegan con una experiencia mucho menor que en otros sectores sociales”.  La docente afirmó que el diseño curricular nuevo para la escuela primaria plantea aspectos que en la “Víctor Morón” se trabajaron desde el comienzo.

Por su parte, el Intendente expresó que “es un orgullo contar con un espacio de estas características y más aún cuando se trata de una de escuela municipal, que cuenta con docentes comprometidos y apasionados con un eje de trabajo basado en la integración, un aspecto fundamental para generar el cambio social. Esa es nuestra apuesta cotidiana”.

El lugar al que siempre se vuelve

Esta escuela es un espacio de referencia para quienes son parte de la comunidad. Acerca de esto, la directora refirió: “Tenemos la satisfacción de que muchos ex alumnos mandan a sus hijos a esta escuela y que toda la vida los chicos han venido en el contraturno, aunque no tuvieran clases, eso era un síntoma de que la escuela era un lugar que, de alguna manera, les resultaba placentero, donde se sentían bien tratados”.

Mientras repasaba anécdotas, María del Carmen recordó que “en una época, a la tarde, se acercaban ex alumnos, que estaban haciendo la secundaria, a pedir ayuda por los trabajos que debían hacer porque no tenían acceso a los libros”. Por lo tanto, un grupo de maestras hicieron la gestión ante la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) para crear la Biblioteca Popular que hoy está dentro del predio.

Asimismo, la maestra observó que las familias siempre acompañan en las distintas acciones y gestiones. Así, siempre se suman a los actos, los que pueden, colaboran en algún número artístico o preparan comidas. En este punto, Cid destacó que también se incentiva a padres y madres a que traigan a la escuela lo que saben hacer para mostrarlo a los compañeros de sus hijos. Entonces, “vienen a trabajar en el aula cuestiones que algún padre conoce y quiere socializar o las mamás vienen y cocinan con un grupo determinado”, ejemplificó.

Para la directora de la Escuela Municipal Nº 1, “hay que encontrar un equilibrio entre la realidad de la escuela, que no se puede convertir en una burbuja, y la realidad del afuera que es de determinada manera”. María del Carmen considera que la escuela es un lugar que debe proponer realidades diferentes.

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